Tu Vida, Es Mi Vida... Para siempre

Y como lo prometido es deuda, les dejo aqui el primer cap de mi nueva nove, espero que les agrade, prometo que si son buenas lectoras y comentan les dejo dos caps a la semana, pero eso depende de ustedes u.u habiendo dejado esto dicho y sin poder poner foto les dejo aquí la nove...

Capítulo 1: Recordando como sucedió

“Te amo”, fue la última frase que salió de sus labios antes de tomar su avión de despedida y alejarse de mí por un largo tiempo, una vida entera.
Mi vida es horrible, me llamo Isabella, suelen llamarme Bella, pero desde que conocí a Edward, cada vez que me llaman de esa manera una tristeza se agolpa en mi interior asiendo que mis lágrimas lo recuerden. Tengo veintidós años y tengo una pequeña niña de tres meses a la que adoro con todo mi corazón.

Hace alrededor de un año el se fue y las únicas noticias que había recibido del él había sido una carta diciendo lo mucho que me extrañaba y lo peligroso que estaba allí, y luego otra que fue la que rompió por completo mi corazón. El había muerto en un accidente, no decían que hubiese muerto, pero él estaba desaparecido y ya que aun seguía desaparecido pensaba que ya no tenía posibilidades de poder encontrarlo, besar sus labios y amarlo como era debido.

Nuestra historia comenzó de una manera realmente romántica: Ambos habíamos salido de la secundaria con honores cuando el principio de nuestro eterno amor se acercaría cuando él me pidiera salir con él, luego de un año el decide casarse conmigo y así lo hacemos, nos amábamos tanto, éramos tan felices que nadie podía desgraciar nuestra vida… o al menos eso creíamos. A los veintiuno yo quedé embarazada de mi pequeña Renesmee, ese mismo año en el que él se fue y prometió volver. La pequeña ya tiene tres meses y la cuido como si fuera lo único en toda mi vida. Vivo con mi mejor amiga y hermana de Edward, Alice, ella me había ayudado un poco a superar la muerte de su hermano, que me había afectado de sobre manera y casi hago tener un nacimiento prematuro o hasta una pérdida.

Agarre a mi pequeña entre mis brazos mientras una lágrima rodaba por mi mejilla. Mirar a mi pequeña hacía que viera a Edward en ella. Lo extrañaba tanto y me hacía tanta falta, me preguntaba porque la vida era tan cruel con quienes no lo merecían. Todas las noches yo lloraba por él, mi Edward, el hombre que mas amé en la faz de la tierra, que siempre amaré y el que me esperará allí en el cielo, entre las nubes. El siempre estaría en mi corazón y algo bueno era que al sufrir por su ausencia era que podía estar segura de que había sido real, al igual que la hermosura que tenía entre mis brazos.

La acomodé para que pudiese tomar leche de mi seno y dormirse. Una vez que noté que se dormía profundamente, me acomode toda, acaricie su suave mejilla y la acosté en su rosada cuna. La arropé y luego bajé al living. Allí se encontraba mi mejor amiga, que andaba algo lloriqueando.

-¿Ya se durmió la pequeña Carlie? –Yo asentí, Alice solía llamar a Renesmee por su segundo nombre, Carlie-. Su padre estaría encantado con ella –dijo haciendo salir otro sollozo de su garganta.

-Nessie sabrá lo fantástico que era su padre y cuanto nos amábamos –hacía ya un año que él había desaparecido. Hoy, veinticinco de septiembre llegó aquella carta que hizo de mi vida el peor infierno.

-Carlie siempre tendrá quienes le hablen de mi hermano –y sin más se largó a llorar apoyando su cabeza entre sus manos. ¿Por qué Dios? Pregunte partiéndome de la angustia de verla a mi mejor amiga así. Me paré y camine a su lado.

-A él le hubiese encantado que lo recordemos por cómo era, no por lo que es ahora, el siempre estará en nuestros corazones y estará presente aunque no lo podamos ver –me abrazó y lloró mas fuerte hasta lograr que yo también llorara. Luego de un largo rato entre lamentos, decidimos que ya era tarde y era hora de dormir. Me prepare toda y luego fui a ver a mi bebé, dormía en paz, eso hizo que me serenara un poco y pudiese dormir un poco. En ese momento un recuerdo llego a mi cabeza.

Flashback:

-Edward amor, estoy nerviosa –le dije mientras estábamos en el hospital a punto de saber si estaba o no embarazada. El me acaricio la mejilla y me miro con sus ojos verdes esmeralda que lograron pasarme algo de paz. Me abrazó y luego beso mis labios dedicándome luego una sonrisa torcidas, esas que yo tanto amaba.

Cuando al fin vimos salir al doctor con los resultados mis nervios volvieron, el me dio un leve apretón de mano y me sonrió para que no temiera. Cuando él abrió el sobre nos miro feliz.

-Felicidades –dijo mientras nos entregaba el sobre-. Tendrán un bebé.

Mis lágrimas de emoción saltaron de mis ojos, me giré a Edward y lo abrasé con todas mis fuerzas, realmente lo amaba, y saber que ahora tendríamos el fruto de nuestro amor me dio más fuerzas para ser feliz, mas razones para pensar que la vida era hermosa y a la vez un milagro de Dios. Tendría un bebe, en mi vientre crecía un nuevo ser, mi hija, o hijo.

Edward me miro a los ojos, agarro lentamente mi barbilla y me dio un romántico beso en los labios, mi sangre hervía al contacto con su piel, apoyo su frente con la mía y me miro feliz, dándome muchos besos alrededor de mi cara y diciendo cuando me amaba. Realmente era feliz y también esperaba que esta felicidad sea para toda la vida.

Fin flashback.

Y así era como mi pequeña había sacado la paz y la tranquilidad de su padre. Si realmente había algo amaba era ver la copia de quien amaba y amo en el ser de la personita que más deseo cuidar con mi vida entera. Me acerque y me di un suave beso en la frente. Movió su manito a mi rostro y la dejo apoyada en mi mejilla mientras estaba bien cerquita de su pequeña cabecita, acaricie su manito y le dije en un tono bajo de voz:

-Tranquila preciosa, mamá está aquí –cuando me aleje de mi hija y la miré, noté como se le formaba una pequeña sonrisita en su rostro. Sonreí al ver a la luz de mis ojos y luego me recosté teniendo en mi mente su personita. Realmente Renesmee había cambiado mi vida por completo, la amaba tanto como a su padre, ella era quien llenaba la parte que Edward había dejado vacía al saber esa desgracia. De todas formas yo lo recordaba a cada momento, a cada segundo, a cada instante. Estaba algo enojada con mi vida, pero a la vez estaba muy feliz de poder tener el recuerdo de nuestro amor.

Si bien, mi sufrimiento no cesaba, ya nada me importaba más que la salud y el cuidado de quien más lo necesitaba, mi hermosa criaturita que Dios me dio, quien me muestra el camino que debo tomar, quien me muestra lo bueno y lo malo. Quien con cada llanto hace que mueva cielo y tierra para saber que le incomoda.

Hoy, a mis veintidós años, trabajo, estudio y cuido a mi hija de todos los peligros, porque sé que puedo lograr lo que quiero y porque sé que no estoy sola, que tengo a todos los que quiero y a todos los que me rodean. Y es por eso que al despertar puedo mostrar al menos una sonrisa, porque sé que no estoy sola, porque sé que al menos tengo alguien que este conmigo.
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Buenoo espero que les guste, es mi novela favorita de todas las que tengo hasta ahora, es algo trágica pero bueno, sigue siendo tierna :). Espero sus comentarios y recuerden que de ustedes depende que ponga la nove dos veses a la semaa ;)