Capitulo 2: Una nueva integrante
-Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh –Pude escuchar los gritos de una humana a metros de distancia. Me levante exaltado, pasara lo que esté pasando no iba a dejar que le suceda algo, menos sabiendo que podía salvarla. No había nadie en casa salvo Carlisle, que bajo para el living igual que yo, con sus pensamientos centrados en lo que estaría pasando con quien fuera que gritara.
-Carlisle, son cerca de las siete de la mañana, ¿qué haría una humana en el bosque? –El se encogió de hombros y salimos los dos para el exterior de la casa, escuchamos un movimiento de plantas y nos pusimos en ataque, salió de allí una joven golpeada y con muchos moretones arrastrándose por el suelo. Alguien le tiro del pie y antes de que desaparezca articulo la palabra “auxilio” con sus labios. La reconocí al instante de mirarla, era la hija de nuestra antigua vecina, la cual en esos momentos tenía alrededor de diez años. Mi padre y yo salimos corriendo a ayudarla y pude ver que había un joven que la tenia atada y le pegaba.
-Basta por favor –dijo ella con un último suspiro. El siguió pegándole, me acerque en silencio y rápido y le pegue para que se alejara de ella.
-Dijo que la dejes –le dije de mala manera. El se levanto e intento pegarme pero lo agarre y lo lleve en medio del bosque, no podría encontrar la salida, y, no iba a matarlo pero tampoco a liberarlo. Volví rápidamente y vi a Carlisle alzaba a la moribunda chica en sus brazos. Que estaba a punto de desmayarse. Entramos a la casa y mi padre dejo a la joven en el sofá.
Me pidió que le traiga sus instrumentos médicos de su oficina y así lo hice. La reviso con rapidez y me miro apenado.
-No podemos dejarla morir –dijo él con un tono tristón-. La semana pasada llamo su madre aquí y dijo que había desaparecido, si no habíamos encontrado rastro de ella y que si le sucedía algo, que hagamos lo que sea para que viva. Ella sabe lo que somos, por eso lo pidió.
-Tienes que tomar la decisión padre, su respiración se acorta –el asintió.
“Tengo que hacerlo, su madre no nos lo perdonaría y la culpa rondaría mi cabeza.” Asentí y me di la media vuelta para salir de la habitación. Cerré la puerta y solo decidí oír lo que pasaba allí dentro.
-Sentirás dolor, pero, pronto pasara –sabía lo que Carlisle sentía al tener que hacer esto, culpa, culpa de tener que hacerlo, creía que era lo mejor pero luego de hacerlo creía que era mejor haberla dejado morir, pero, tampoco se lo hubiese perdonado.
Pronto se escucharon gritos de dolor en la sala. Pude notar que pronto venía el resto de la familia. Esme tenía cara de preocupada por todos los gritos de la casa.
-¿Qué está pasando allí adentro? –Pregunto mi madre.
-Encontramos en el bosque a Marie Garibaldi, estaba siendo golpeada por Thomas Fox –ella puso cara sorprendida
“Oh pobre jovencita, ¡tan buena que es!” Asentí ante sus pensamientos de madre compasiva.
-¡Oh no! ¡La pequeña Marie! –Todos miramos a Alice con cara extraña.
-Alice, era pequeña hace seis años –le dije con lógica “Hay ellos y sus dilemas de la edad.”
-Literalmente soy más grande que ella, tengo muchas más décadas de edad que ella –nadie dijo nada, en algún caso tenía razón y era cuando había que callar.
-¡Ajá! ¡Los calle a todos!
–“Peligro en potencia.” Pensaba Emmett mientras me miraba, me reí por lo bajo. Pronto se escucho un abrir y cerrar de la puerta, todos miramos a ella y era Carlisle, cual rostro no tenía expresión.
-Está intentando despertar –dijo él con una voz inaudible. Esme fue la primera en movilizarse para acercarse a él.
-Salvaste a la niña, fue muy valiente de tu parte cariño –Esme abrazo a Carlisle y Alice se acerco a ellos y le palmeo la espalda a él, luego entro. Todos le seguimos y cuando entramos vimos a Alice hablando con ella.
-… Sé que es difícil de entender pero es así –Marie la miraba como no entender lo que le decía.
-Alice, no te adelantes a los hechos, recuerda que esto es nuevo para ella –le dijo Carlisle que se acercaba a ella con Esme.
-¿Dónde está Jennie? –Pregunto ella preocupada.
Todos nos miramos confundidos, y nos encogimos de hombros.
-Mi hermana, vine en busca de ella, ese hombre la tenía –se levanto con rapidez-. Puedo olerlo.
Comenzó a caminar siguiendo el rastro del desgraciado.
“Ve a buscarla con Emmett, contrólenla, recuerden que puede descontrolarse es recién convertida, será inevitable que mate a algún humano pero que no ataque al pueblo.” Yo asentí, le pegue un pequeño codazo a mi hermano y fuimos acercándonos con cuidado y sin hacer ruido. Al acercarnos vimos a Marie que tenía agarrada al infeliz contra un árbol.
-¡¿Donde tenes a mí hermana?! –A él le corría el pánico por las venas.
-Ella está muerta, mientras paseábamos se calló a un río y se ahogo –ella puso sus ojos negros como el carbón y lo tiro contra el piso. Pronto salieron unos tallos de debajo de la tierra y amarraron al tipo para que no se escape.
-¡Te voy a matar maldito infeliz! ¡Te voy a matar de la misma manera que lo hiciste! –Ella le pego una cachetada que sonó lo suficientemente fuerte como para haberle sacado tranquilamente la cabeza.
-¡¿Que maldición eres?! ¡Eres todo menos humana, tú no estabas así! –Ella asintió con furia.
-¡Es verdad estaba medio moribunda a punto de morirme por querer enfrentarte y buscar a mi hermana! Desearas no haber nacido y no haberte topado conmigo –Emmett se quedo boquiabierto viendo a lo que tendría que ser un neófito que no soporte estar cerca de un humano sin matarlo y chupar toda su sangre.
“Va a matarlo.” Pensó Emmett inventándose todos los pasos en la cabeza “
Le quiebra la pierna derecha, le disloca la izquierda lo deja inmóvil y ¡Bang! Le quiebra el cuello.” Lo mire con cara de “¿Cuál es tu problema?”. El se encogió de hombros. Deje de prestarle atención a los pensamientos de mi hermano y me centre en Marie.
Pude leer su mente, tenía los peores pensamientos, de venganza que alguien pudiera tener
“¡Mátalo Marie vamos! ¡El hizo lo mismo con tu hermana!” Ella estuvo a punto de quebrarle el cuello pero pronto cambio de parecer.
-No, yo no soy una asesina. No –ella se dio la vuelta y comenzó a caminar-. Si quieres sobrevivir tendrás que encontrar la salida. Te dejare como lo hiciste con Jennifer. Pronto los tallos de plantas dejaron al joven, el saco de una mochila que había tirada una cuchilla y camino a ella. Emmett y yo fuimos al ataque. El tiro se tiro para atrás con el objeto de defensa.
-Tira el cuchillo porque no podrás hacerle daño a nadie y aparte no tendrás compasión de nuestra parte –dijo Emmett con su voz amenazante. Marie giro y se sorprendió al ver que estuviésemos allí
“¿Pero como rayos llegaron?”-Te seguimos –le respondí a su pregunta de la cabeza
“Hay no ¿Cómo sabe qué me lo pregunte?"- Leo mentes, es un don –ella asintió. El joven levanto las manos y en vez de dejar el cuchillo en el suelo lo clavo en un árbol. Escuchamos algo caer en el suelo como una roca.
-¡Marie! –Ella no hablaba solo sentía dolor
“El cuchillo, el cuchillo.” No podía entender a que se refería pero solo vi el cuchillo en el árbol.
-¡No te entiendo!
–“El cuchillo en el árbol clavado es como si me estuvieran sacando fuerzas me…” Ni bien entendí me levante y saque rápidamente el cuchillo. Ella tomo una gran bocanada de aire y se levanto.
-Se escapo –dijo ella-. Nunca va a encontrar la salida
Se echo a caminar para la casa con tranquilidad como si fuera una simple humana pateando tierra por doquier.
Ella les conto a todos lo que paso así como también sobre su don y su debilidad al maltratar la naturaleza.
Yo decidí ir a cazar ya que estaba sediento, esa humana seguía en mi cabeza y no podía quitarme su dulce aroma de mi cabeza, ese dulzor tan especial esos ojos chocolates perfectos, eso que hacía que quisiera acercarme y decirle “Soy un vampiro y me vuelve loco tu aroma, ¿sería de mala educación si te pido una copita de cristal de roca con tu sangre caliente la cual fluye por tus venas y bombea por tu corazón?” Y dudo terriblemente que ella diga “Claro, y si quieres te puedo dar un poco más en una copita de oro.” Podría llegar a asegurar que la sed está causando en mí un problema psicológico, el cual siempre siente Jasper cuando está en el Instituto.
Mientras saltaba de árbol en árbol encontré dos leones que estaban por atacar y que lo peor era que ellos no sabían que estaban por ser atacados con el típico dicho “Cazador, cazado”.
Hice esto rápido, salte detrás de ellos y deje inconsciente a uno y luego al otro, u otra. Bebí la sangre de los dos con mucha energía, la garganta ya estaba mejor pero no estaba del todo saciado. Decidí volver a cazar la noche siguiente ya que creí que era mejor estar bien satisfecho si tenía que enfrentar a la humana de la sangre exquisita.
Volví a la casa y escuche el ruido del televisor, de la cocina prendida, de la… ¿La cocina? Entré a la casa extrañado, eran alrededor de las 7 de la tarde. Pude ver encendida la cocina y Marie poniendo agua a una cacerola y poniéndola en el candente fuego. Luego se sentaba sobre la mesada de al lado.
-¿Se puede saber qué haces? –Pregunte sin entender que era lo que intentaba hacer, tal vez pensaba hacerse un té de sangre, pero yo no tenía ni la menor idea que si existía.
“¿Es que no tiene hambre?”- Los vampiros no comemos.
-Oh, bueno, a partir de ahora eso cambia, o quizá solo una vampiro cambia –asentí y me fui para la habitación. Deje que la noche pasase como quiera. Por suerte fue rápida. A la mañana siguiente volví a salir a cazar para estar bien saciado para el Instituto. Mientras corría a toda velocidad por el bosque choqué contra alguien. La cual reaccionó a la defensiva, levante la cabeza una vez que estaba decidido a atacar y pude ver o recordar en los pensamientos de Marie a una joven igual a la que estaba viendo. Era, Jennifer su hermana.
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