Capítulo 1: Un nuevo aroma
Esta vez era todo diferente, algo estaba cambiando en el instituto algo que nunca había pasado, alguien nueva, todo era distinto, un aroma nuevo, y cambios de ánimos diferentes. Todo se refería a una sola persona en común. Una nueva niña, que para mí, era lo más común del instituto. La chica Swan, la hija del jefe, la hija de la autoridad.
-Es Isabella, la nueva chica –Alice siempre al mando de las noticias.
-Si fueras una conductora de chismes muchos intentarían no estar en tu lista negra –le dije con mi más irónico tono chistoso.
-Eso puede ser pero, ¡ahora el tema es Bella!
-Es… diferente –
“No entiendo a lo que te refieres Edward.” Dijo la voz de Alice en mi cabeza.
-Es como si no pudiera soportarla –dije en un susurro inaudible que solo podía escuchar Alice. No podía leer nada en su mente pero quizá era algo que estaba fallando en mi hoy y no quería que nadie lo supiese
Nadie comento nada, pero podía escuchar los pensamientos de mis hermanos
“¿Qué será lo que le ven a esta niña? ¡Es una estúpida humana!” Como era de esperarse Rosalie siempre criticando a los nuevos alumnos, en especial si se trataba de humanas.
“¿Cómo es que los humanos lo hacen? Esta comida es repugnante para toda especie y ellos lo comen como si fueran un manjar.” Emmett y su dilema del buffet de humanos.
“Debo conocerla, hablar con ella. ¡Edward podría ayudarme! Podría decirme su color favorito su banda, ¡todo lo que le guste!” Alice intentando averiguar de la chica rara…
-Esa chica es totalmente hueca, no se puede ver nada en su cerebro –ella me miro mal y el resto se rió. No era necesario leer la mente de Jasper para saber lo que pensaba
“Humanos exquisitos humanos, ¡manjares! Nooo, en mi vida volveré a beber sangre humana. ¡Olvídala!”. No era la primera vez que mi hermano actuaba como psicópata en su cerebro, era algo de la mayoría de los días de la semana. No podía culparlo, todos en esta mesa habíamos pasado por eso en algún momento. Pero, lo único que me extraña es darme cuenta y ver que tan psicópatas fuimos todos en algún momento y también que lo único que vivía en nuestro cerebro era la sangre.
-Tenemos que ir a clases –dijo Rosalie con su voz de ultratumba.
Todos asentimos y nos encaminamos a nuestras clases, tenia gimnasia, una materia a la cual siempre aprobaba con 10 y siempre tenía miradas negativas y como dice el dicho “Si las miradas matasen”, yo no estaría acá… Me fui a cambiar al vestidor y note que cuando entraba muchos de mis compañeros de clase se iban a otro lugar. Instinto humano. Por un lado era mejor, no tenía la necesidad de evitar matarlos…
Termine de cambiarme y me fui para el gimnasio, cuando entre, note que las mujeres ya habían comenzado su clase con Hockey en la otra cancha ya que cada dos clases nos tocaba cancha abierta. Fui a mi posesión como ataque en beisbol. Ni bien comenzó partido me adueñe de la pelota y metí dos puntos.
Tras encestar tres veces consecutivas volví a sentir ese dulce aroma que quemaba mi garganta y hacia que la ponzoñosa se posara en mi lengua esperando a atacar. Giré la cabeza bruscamente y pude ver a la nueva alumna entrando a la clase y acercarse a la profesora Grigory la cual le dio instrucciones.
-Señorita Swan use mi palo y para la próxima clase tiene que tener sus objetos. ¿De acuerdo? –Ella asintió sin hablar- Muy bien, ve a sentarte, te llamare cuando hagamos cambio.
Ella se encamino para el banquillo y se sentó allí sola. Escuche los pensamientos de Jessica Stanley hacia Isabella
“¿Es que acaso es tan linda que todos los chicos se fijan en ella? ¡Tengo muchas más curvas que ella y todos se fijan en su figura delgada y escuálida!”. Causaba mucha gracia sus celos por la débil humana que estaba allí sentada.
Comencé a sentir la ponzoñosa cada vez más fuerte en mi garganta, era o irme o descuartizar a todos los presentes. Pude notar que Ángela Weber se acercaba a la abandonada niña y comenzaban una charla. Decidí quedarme solo un minuto más, podía soportar un poco mi abundante sed.
-¡Hola! Tú debes ser Isabella, soy Angela –le mostro una pequeña sonrisa y la joven le respondió.
-Hola, solo Bella –le respondió ella con una vos inaudible. Note que mis hermanos se acercaban para el gimnasio a esperarme para terminar la clase. La humana giro la cabeza para verlos-. ¿Quiénes son? –La acompañante giro la cabeza y levanto las cejas de sorpresa por su pregunta.
-Son los Cullen. La rubia y el rubio son gemelos o mellizos, Rosalie y Jasper Hale. La de pelo corto y el grandulón son Alice y Emmett Cullen. Son hermanos de aquel que está allí –ellas giraron mi cabeza a mí y me tope con los ojos de la nueva chica, se quedo en silencio y mirándome al igual que yo-. Es Edward Cullen, el esta solo pero el resto tienen pareja, Alice y Jasper, Rosalie y Emmett. Son poco sociales –ella asintió aun mirando. Pronto sentí como si la ponzoñosa se adueñara de mi cuerpo. Fue cuando decidí irme y rápido, en ese momento toco el timbre y me fui corriendo para el vestuario, use mi súper velocidad y me fui con mis hermanos.
-¿Estás bien? –Pregunto Emmett viendo mis ojos que eran oscuros. “Seguro es esa humana, otro más al que le afecta la escuálida chica.” Dijo Rosalie de una manera ofensiva.
-Rosalie guarda tus pensamientos lejos mío, ¿okey? –Ella me miro mal y no dudo en responder.
-Aléjate de mi cabeza si no te gusta lo que pienso –respondió de una manera violenta.
-¡Párenla! –Grito Alice. Todos la miramos sorprendidos, era la primera vez que se exaltaba de esa manera y nadie quería llevarle la contra cuando lo hacía.
-Ahora entiendo porque estaba un psiquiátrico –dijo Emmett en una voz muy baja.
-Parecen niños. ¡Y ese es mi target! –Todos nos reímos. Tenía razón, era imposible que Alice se enoje tanto como recién, si solo era una pequeña vampiro con forma de duendecillo. Caminamos para el comedor, eran cerca de la una de la tarde, y todos los viernes había menú especial, todos los humanos devoraban como si fuera la última vez que fuesen a comer en su vida. Bueno, no exactamente todos, mis hermanos y yo odiábamos toda comida. Y todos teníamos una dieta… especial.
Me pose en la cola detrás de dos jovencitas que charlaban sobre su clase de español. Pude notar que cuando se dieron cuenta que me encontraba detrás de ellas se callaron. Fue cuando reaccionaron sus cabezas
“Creí que nunca sucedería. ¡Tengo a Edward Cullen detrás de mí!.” Su emoción me causo una pequeña gracia, el solo saber que podía matarla con un solo movimiento era una cuestión que me hacia imaginarme lo que pensaría si sabe lo que soy. Negué con la cabeza, era obvio que cualquiera actuaria con histeria. Podía imaginarme a todos gritando como niñas llenas de miedo cuando le cuentas la historia del hombre de la bolsa.
Después de un rato de espera me serví cualquier cosa rápido y fui para la mesa.
“¡Edward puedo notar que tienes algo raro!.” Negué con la cabeza y luego de un largo tiempo toco el timbre. Fui para cívica. No presté atención ya que este tema lo había visto el año pasado en otra secundaria…
La hora paso rápido, más de lo que esperaba que fuese. Cuando salí pude volver a sentir ese aroma que hacía que sienta tanta sed que ni la sangre de todos los alumnos del Instituto la saciarían. Salí rápido para afuera y sentí que la niña nueva salía de la puerta de la cual acababa de salir. Me fije hacia donde se dirigía y se iba para su Volkswagen gris del año 1990 aproximadamente. Yo no era especialista en coche pero para algo estaban los libros. Emmett y Jasper me miraron ante mi comportamiento.
-Edward deja de mirarla. Notará que lo haces –intenté hacer caso a Emmett pero no pude hasta que se fue del aparcamiento, rumbo a su casa.
-¡Edward que cara! –Dijo Alice que se acercaba bailoteando por las escaleras.
-Vámonos ya –dije en una frase cortante y violenta. Entre a mi Volvo esperando que alguien se digne a entrar. Escuche el abrir y cerrarse de la puerta trasera. Perece que hoy Alice y Jasper venían conmigo y Emmett y Rosalie se iban en el Jeep. Que extrañamente por primera vez en mucho tiempo manejaba Emmett.
Cuando salimos del aparcamiento subí la velocidad a 160 k/h, llegamos con rapidez ya que la ruta estaba desierta como todos los días y a toda hora. Cuando llegamos estacione el auto y bajamos todos. Alice se fue directo a hablar con Esme sobre lo que me pasaba ya que ella solo quería “protegerme”. O simplemente hundirme en una posa profunda…
Me fui para mi habitación, único lugar en el que podía estar solo y sin que nadie me interrumpiera. Subí las escaleras con lentitud y luego me encerré. Puse un poco de música tranquila. Y era en estos momentos en los que deseaba dormir toda la eternidad y no tener que escuchar a todos en mi cabeza. Lástima que nadie gozaba de este privilegio en esta casa.
Me quede en mi habitación hasta tarde, mañana era sábado y no tendría nada que hacer. En mi cabeza solo pasaban imágenes de esa humana que tanto llamaba mi atención y que no entendía porque estaba tan presente en mi. Esperaba, algún día, poder descubrirlo.
sisisisisisi!!
ResponderEliminaraunque yo ya lo leí antes, pero bue no importa sabes que em encanta tus caps!!
Jajajaja Graciass hermanita Vampireee :D Te Amooo
ResponderEliminarAiii maaiii esta muuuy buena la nove! me re gusto, segui asi mi vida! avisa cuando subas otro capitulo me re copo!
ResponderEliminarTe amoo
Meel
toy mala solo veo los calendarios, anoche sone q era dia 30, jijij no no no, es broma pero si me gustan mucho !!!
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