Dream On Twilight 2011

Como los nuevos años siempre llegan con cambios, Dream On Twiligh, les propone un cambio. A partir de ahora, cada vez que entren a la pagina, no se van a encontrar solo con os Fics, a partir de ahora tambien con noticias... En la agenda que aparece del lado izquierdo del las columnas eh colocado dias de publicacion de novelas, noticias y otras cosas... ¿A que se debe estos cambios? A que los mismos, hacen bien y a veces es bueno llevarlos a cabo. Bienvenidas a todas y todos, les presento el renovado Dream On Twilight :D

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martes, 27 de julio de 2010

Novela: "You're My Dream Now" (Cap 6)



Buenoo hacee mucho que no subiaa otro caap :)

Capítulo 6: El reencuentro estropeado

Fue lo único que salió de mi maldita boca, un “Lo siento mucho”. ¡Había mojado a un Cullen! ¿Es que acaso eso era legal? Acababa de hacerme amiga de uno de ellos y estaba por tener un enemigo. Nadie decía nada, me aleje de él y él se alejo de mí.
-No fue intencional enserio –el no hablaba. ¿Es que acaso tenía problemas con la voz o estaba afónico o hablaba japonés?
-No, paso nada, fue un accidente, no hay problema –y se digno a sacar la palabra de la boca. No me atreví a hablar. Esto era muy vergonzoso.
-Te moje todo disculpa –el negó la cabeza como que no había problema. Varios de los alumnos del instituto nos miraban. Apareció Alice por detrás.
-Oh, Edward, si querías darte una ducha hubiese esperado para llegar a casa, no para mojarte con el agua de Bella –yo me reí por lo bajo el la miro mal a su hermana-. Tranquilo hermano, siempre traigo ropa de más por las dudas| -el asintió. Miré mi reloj y ya era tarde, olvide que Chalie había dicho que unos conocidos vendrían a casa.
-Yo, lo siento de nuevo pero tengo que irme se me hace tarde –ellos asintieron.
-No hay problema –me apene nuevamente de haber mojado su valiosa ropa, ya que era obvio que no solo era una simple camisa y un simple jeans, quizá los más caros de Forks. Me despedí y me volví a disculpar y me eche a caminar. Ya en medio de camino a casa escuche ruidos en el bosque. Seguí caminando pero cada vez mi corazón latía más y más fuerte. Escuche más movimiento y comencé a mirar pos todos lados. Estaba a punto de agarrarme un paro cardíaco. Cerré los ojos.
-¡Bella! –Pegué un grito y caí al piso por el grito de, por así decirlo, mi amigo.
-¡Jacob! ¿Acaso quieres dejarme aquí muertita? –Recuperé el ritmo normal de mi corazón y mi respiración.
-Lo siento, tenemos que hablar. La última vez… -Lo interrumpí.
-La última vez termino muy mal y sabes por qué –él suspiro y se encogió de hombros-. Te fui clara, no soporto la mentira, y tú me mentiste. Eras y eres muy importante para mi Jacob, y te quiero, lo sabes pero nunca podre perdonar el que me mientas.
-Lo hice para protegerte –suspiré. No tenía sentido.
-Hay muchas formas para proteger. La mentira no es una –el me miro con cara de súplica.
-Se que sabes que oculto algo y que te parece extrañamente raro que de un día a otro me hubiese juntado con Sam y todos los que no soportaba –lo mire sin entender.
-Los anabólicos cuentan. Te vas a matar si sigues con ellos. ¡Mírate! –El se comenzaba a irritar y lo notaba.
-Bella, te quiero demasiado y no quiero perderte. Necesito estar a tu lado como antes, en los viejos tiempos. No puedo tenerte lejos, es como un vacío el no poder contarte lo que siento y no poder estar con alguien que me entienda sin juzgarme. Eres la única que me ha comprendido, mi única verdadera amiga –una lágrima se desparramo por mi mejilla-. Pero si solo… -Se acerco a mí, agarro mi barbilla y la acerco a su rostro. Corrí mi cabeza.
-No Jacob, lo nuestro termino hace mucho, y no volverá a ser como antes. Eres mi amigo y te quiero pero no te amo, nunca podre hacerlo, no porque no seas especial, si no porque lo nuestro nunca fue para adelante y nunca irá –él se alejo de mí y yo me sentí mal por decirle eso. Para intentar arreglarlo fui y lo abrase.
-Perdona, fui muy dura contigo y no debí –el me perdono y volví a abrazarlo. Mire nuevamente mi reloj-. Jake, tengo visitas y tengo que ir a mi casa.
-Oh, pues la visita somos Billy y yo –me sorprendí-. ¿Y qué rayos hacemos aquí?
-Ah sí, es que al final tu padre fue a nuestra casa y dijo que dejaría una nota en tu casa –suspire y maldecía en mi interior.
-Oh genial, por apurarme deje a un Cullen empapado –él se exalto cuando dije su nombre.
-¿Qué haces juntándote con los Cullen? –Pregunto de una forma muy sobreprotectora.
-Son conocidos del instituto, aparte son muy amables conmigo, siempre lo fueron.
-Tú no sabes nada de ellos, ellos mienten a todos Bella –la mire con cara de “Por favor, cállate”.
-No me hables de mentir, si no quieres volver al tema anterior –me puse a caminar camino a casa dejando a Jake atrás. El me agarró del brazo.
-Bella todo es por tu bien, los Cullen no son buenos. Ni siquiera tendrían que estar aquí. Nunca debieron venir, es su peor error y si tengo que matar a alguno para que no te haga daño, lo hare –mi amigo ya me estaba asustando decidí irme. Volvió a agarrar mi brazo pero esta vez con fuerza.
-Jacob suéltame. Estas lastimando mi brazo –no me soltó pero empezó a temblar, intente soltarme pero me apretó con más fuerza- ¡JACOB! –Pronto escuche un auto a toda velocidad acercarse. Bajo la velocidad cuando se acerco a nosotros. Los vi y eran los Cullen, al fin soltó mi brazo.
Mire la cara de todos lo que estaban ahí, estaba Jasper y… ¿Edward? Podría haber asegurado que usaba la misma ropa pero ya estaba seca. No dije nada y me fui. Jacob intento seguirme.
-No me sigas. Déjame en paz, por lo menos deja que, que me tranquilice –me di la media vuelta y me fui, no me importo el que tuviéramos público. Seguí caminando y no voltee hasta estar bastante lejos, pronto el auto que había parado allí se encontró a mi lado.
-Bella, ¿estás bien? –Pregunto la voz de mi compañero lo mire y suspire.
-Sí, no, no paso nada –el y mi amiga me miraron con cara de no entender.
-Bella, estaba utilizando la fuerza contigo, ¿es que acaso eres masoquista? –Negué con la cabeza – No puedes volver caminando por aquí es peligroso para ti. Insisto en que entres al coche –la mire a Alice con cara de súplica-. No, no, no, es peligroso puede hacerte daño ese perr… niño.
-Alice, no me va a pasar nada, enserio, el solo se puso nervioso pero, es mi amigo –me miró con mala cara, parecía un duendecillo maldito.
-Bella, ¿llamas “un amigo” a alguien que casi te saca él brazo? –Moví mis ojos a Edward el estaba mirando para donde mi amigo con cara de odio, su actitud me dio algo de miedo.
-Alice… -Pronto sentí como si algo en mi cuerpo cambiase, como si lo tenso desapareciese y deseara que acepte-. De acuerdo –suspiré pero me arrepentí de lo que hice luego de hacerlo. Me dirigí al auto y me metí adentro. Edward cambió su actitud a una más relajada. Ella arrancó.
-¡Alice! –Ella se exalto y me miro pero luego movió sus ojos a la carretera- ¿Es que acaso quieres que nos matemos? –Ella y todos se rieron en el auto, salvo yo que estaba sumamente preocupada.
-Bella tranquila, no nos va a pasar nada, manejo a la perfección –volteó su cabeza para mirarme y sonreírme.
-¡Mira adelante por lo menos! –Ya parecía una psicópata. Dirigí mi mirada a la ventana e hice de cuenta que no había pasado nada. Pero era claro que era la única preocupada por la velocidad. Saqué mi viejo celular para ver la hora y luego mi agenda para ver si tenía algo que entregar en la semana.
-¡Maldición! –Susurre. Edward me miró.
-¿Está todo bien? –Iba a asentir con la cabeza pero no sé cómo fue que negué- ¿Qué paso?
-Olvide decirte que el profesor Link dejo una tarea durante tu ausencia y es para el viernes y nos dejo en pareja a nosotros dos ya que era con el compañero de banco –<>. Era algo que empezaba a notar, todos los profesores me habían sentado con todos los Cullen y me habían obligado a hacer los grupos de estudio con ellos, no es que no me gustara pero, a veces se sentía algo incomodo el estar con la familia mas intocable del instituto, eh de admitir que agradecía tener una amiga como Alice y un compañero como Edward, para hacer tareas era mucho más fácil ya que no se la pasaba preguntando “¿Qué tengo que responder aquí?” o “¿Cuándo terminamos?” y esas tipo de preguntas estúpidas.
Note que él pensaba por un instante y luego giro la cabeza a mí, se me ocurrió algo para no tener que pasar toda una mañana en el instituto como “la chica que fue sorpresivamente había conocido la secreta residencia Cullen”.
-Quizá si no tienes problemas podemos juntarnos esta tarde en mi casa –dije como una simple idea, dudé que vaya a aceptar pero, ¿qué más da? Ya estaba aquí y hasta metida en su coche.
-Claro, no hay problema esta tarde vengo con todos los materiales -yo le asentí con una media sonrisa. Cuando llegamos a mi casa me despedí de todos y entré a mi casa. Fui a darme una ducha urgente me vestí, me peine y luego baje con todas las cosas de estudio. Tocaron el timbre y fui muy energéticamente a abrirla.
-Jacob, ¿qué haces aquí?
-Vine a advertirte –dijo con rostro de súplica.
-Solo vete, ahora –le pedí con paciencia, o por lo menos la que me quedaba con él.
-¿Por qué estas con ellos? –Pregunto alterado. Lo mire mal.
-¿Cuál es tu maldito problema con ellos? ¡No hicieron nada! –Ya se me había ido toda la paciencia que pensé que me quedaba.
-¡Eso es lo que tú piensas Bella! ¡Ellos podrían matarte! –Lo mire asustada.
-Jacob por favor, ¿qué quieres de mi? Me estas asustando y actas como psicópata. Vete ya –intente cerrar la puerta pero él la forzó para abrirla nuevamente.
-Bella, no hago esto porque sí. Ellos no son buena compañía para ti. Yo te amo, entiéndelo, quiero protegerte.
-Esto va más allá del amor. ¡No puedes amarme cuando te comportas de esa manera! –Dije con un enojo mayor del que tenía previsto.
-Tú no me amas, ¿verdad? Nunca me amaste. ¿Todo lo nuestro fue solo un juego para ti? –Yo negué con la cabeza. Algo me estaba matando por dentro, quizá tristeza, quizá culpa, pero era el peor sentimiento que había tenido en años.
-Jacob yo… -no pude terminar la frase, salió de mi mejilla una lágrima de tristeza.
-Eso es –me dijo seco por dentro-. Nunca me amaste ni si quiera me quisiste –yo me alteré y mientras me alteraba más lágrimas se desparramaban por mi mejilla.
-¡Mentira! ¡Lo nuestro ni si quiera duro un mes! ¡Y te expliqué por qué! ¡Te amo solo como un amigo! Sabía que esto no iba a terminar bien, pero nunca me creíste. Y ahora me dices esto… -El suspiró y se dio la vuelta y se fue-. Jake, no…
-Olvídalo Bella, yo ya entendí todo –negué con mi cabeza. El se alejo y me di cuenta que había perdido a mi amigo para siempre. No lo iba a recuperar.
Caminé para mi casa y entré azotando la puerta subí a mi habitación y me senté en la vieja silla mecedora que se encontraba allí. Este día no había sido el mejor de mi vida, sino el peor. Ahora, en este momento, lo único que estaba en mi cabeza más allá de la pelea era Edward. Lo esperaba ansiosa y triste a la vez. Tendría que superar la pelea y seguir adelante, sino quería quedar estancada.

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